Acquapendente no es una parada cualquiera de la antigua Vía Francígena, sino también un lugar de devoción, un destino espiritual. En la cripta románica de la catedral se encuentra el Sacellum del Santo Sepulcro, que conserva las reliquias de las piedras manchadas con la sangre de Cristo desde principios de la Edad Media. Se dice que esta antigua construcción reproduce el Santo Sepulcro de Jerusalén, en el que Jesús fue depositado antes de la Resurrección. A lo largo de la Vía Francígena que atraviesa este fascinante Borgo, entramos en un Palacio que nos proyecta inmediatamente a otra dimensió...