Vigo di Cadore y la iglesia de Sant'Orsola

Qué es y dónde está

Cuando se ve Vigo di Cadore desde lejos, se percibe una pequeña ciudad con edificios y calles que se compactan unos sobre otros, casi abrazándose, pero nunca hasta el punto de no dejar espacio para rincones de prados y árboles que brotan aquí y allá. Bien mirado, parece querer m imetizarse con el valle y fundirse con los prados que lo rodean, los bosques que se alzan a lo largo de las laderas de la montaña y los Dolomitas que cierran el cuadro con su presencia majestuosa y tranquilizadora.

Por qué es especial

Sorprende pensar que un municipio tan pequeño cuente con un buen número de iglesias. Y afortunadamente es así, porque son ellas las que custodian la memoria histórica y cultural del pueblo. La iglesia de San Michele, por ejemplo, es una construcción del siglo XVI que se levanta sobre los restos de su antecesora, que databa del siglo XIII. En su interior, pinturas y esculturas de artistas locales narran el arte y la devoción de la época. Luego está la Pieve della Madonna della difesa, también del siglo XVI, y en la localidad de Salagona, la iglesia de Santa Margherita, del siglo XIII, un pequeño tesoro de arte medieval.

Para no perderse

La iglesia más bella, sin embargo, se encuentra en la Piazza Vigo y es una joya de estilo gótico que nos llega del siglo XIV: la pequeña iglesia de Sant'Orsola. La arquitectura es la sencilla de los edificios montañeses: planta rectangular, pequeño tamaño, fachada a dos aguas con un tejado saliente. Precisamente este tejado protegía los frescos de la fachada, preludio del vivo y envolvente ciclo pictórico del interior, que narra la vida de Santa Úrsula. Pero no sólo sorprende la pintura: el altar de madera es también una exquisita obra de gusto alemán que, aunque fue creada en el siglo XVI, encaja bien con el estilo gótico de la pequeña iglesia.

Curiosidad

Las falsas cortinas del interior de Santa Úrsula se caracterizan por un pequeño detalle que revela la probable función que el patrón de la pequeña capilla tenía en mente para la estructura. Las cortinas, de hecho, no están quietas, sino que se representan en el momento en que la gente las baja en señal de luto. Precisamente por eso se cree que Ainardo da Vigo quiso que el pequeño templo se convirtiera en su capilla funeraria.

Iglesia de Santa Úrsula, fachada

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