Val Rosandra

Trieste vista desde el valle de Rosandra

Un crisol de culturas

Val Rosandra es una zona fronteriza en la que la frontera ha dejado de tener sentido, permitiendo que dos pueblos que habían estado unidos durante siglos se reunieran como parte de la Unión Europea. Toda esta zona, de hecho, antes de la Gran Guerra era simplemente Austria-Hungría y lo había sido durante muchos siglos. Hoy se respira de nuevo esa hermandad histórica que permite considerar típicos aquí platos de nombre y origen eslavo, germánico y húngaro, apellidos claramente eslavos y costumbres de una comunidad bilingüe que nunca ha estado realmente dividida, a pesar de las muchas barreras.

Paraíso de los deportistas

La naturaleza ha permanecido inalterada aquí y pertenece a todos, y el valle está equipado para practicar deportes como el senderismo o la escalada. La primera "escuela de escalada" de Italia fue fundada aquí en 1929 por el escalador italiano Emilio Comici, que le da nombre. El espolón rocoso del centro del valle, el Cippo Comici, también lleva su nombre. Por último, pero no por ello menos importante, un sendero para bicicletas y peatones recorre el valle de Rosandra, siguiendo una antigua línea de ferrocarril, conectando la cercana Trieste con la pequeña ciudad eslovena de Kozina.

El carril bici, a lo largo de la antigua vía férrea

Siglos de historia

El valle ha estado habitado desde el Paleolítico sin interrupción. Hay muchas huellas de la intervención humana a lo largo de los siglos: restos arqueológicos encontrados en las cuevas que bordean la ladera derecha del valle (ahora en el Museo Winckelmann de Antigüedades de Trieste), los restos del acueducto romano que probablemente estuvo en funcionamiento hasta el siglo VI d.C., los restos del castillo de Moccò que en su día actuó como fortaleza en el territorio controlando lo que era la Via del Sale (Vía de la Sal).

El "pequeño Cervino

De hecho, el valle estaba atravesado tierra adentro por una antigua ruta comercial que conectaba las salinas con la desembocadura del torrente Rosandra y favorecía el comercio. Precisamente esta antigua fuente de riqueza fue el motivo de los continuos ataques de la cercana Venecia durante la Edad Media, que llevaron a la dedicación de Trieste y sus alrededores a los duques de Austria y a la Casa de Habsburgo. Una vez destruidas las salinas a instancias de los venecianos, la zona quedó abandonada a la naturaleza. Sólo quedaron los molinos, que hasta finales de la década de 1970 aprovechaban la energía del agua para la producción de harina y de los que ahora sólo quedan algunas ruinas.

En 1841, el ferrocarril austrohúngaro Viena-Liubliana-Trieste llegó al borde del valle de Rosandra. Con un tramo periférico, el ferrocarril conectaba también la ciudad con el pequeño asentamiento de Draga Sant'Elia, por donde hoy discurre el carril bici-peatonal de Cottur en lugar de las vías, que fueron retiradas en 1966.

En 1996, la Reserva Natural fue establecida por ley regional, y en 2006 pasó directamente a depender del Ayuntamiento de San Dorligo della Valle. El moderno centro de visitantes Val Rosandra promueve, actividades, encuentros, visitas guiadas para divulgar sus bellezas faunísticas, florísticas, botánicas, geológicas y paleontológicas. Hoy, muchos lo estudian, muchos lo cuidan y muchos lo visitan, porque se siente verdaderamente como un patrimonio colectivo.