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¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Pont-Saint-Martin es el primer pueblo del Valle de Aosta que se encuentra a la derecha al subir la Dora Baltea. El pueblo se desarrolló en época romana a lo largo de la Strada delle Gallie (Carretera de las Galias) alrededor del puente que cruza el torrente Lys, punto histórico de transición entre la llanura y la montaña. En las laderas de los alrededores: las características viñas en pérgola sobre pilares de piedra donde el vino Nebbiolo piamontés, aquí llamado Picotendro, adquiere un acento característico en su primer contacto con el clima alpino. Detrás del pueblo se encuentra el valle de Gressoney y la espectacular mole del Monte Rosa, con todo lo que ello conlleva en términos de ocio (desde senderismo hasta esquí) y productos típicos (no hay que perderse, el queso de toma de Gressoney).
Por qué es especial
El puente romano es una obra de ingeniería del siglo I antes de Cristo. Tiene unas dimensiones asombrosas -35 metros de ancho y 25 de alto- y es el único de su clase que ha permanecido intacto (con la pata del diablo, según la creencia popular). Con forma de "lomo de mula", conserva en su cresta un tramo original de calzada romana: losas de piedra marcadas por los surcos de innumerables ruedas. Tal era la importancia del lugar que, en un principio, el asentamiento se llamaba simplemente Ad Pontem; sólo en la Edad Media se asoció también a San Martín, que gozaba de un culto muy arraigado en el valle, patrón de los viajeros, sin duda, pero también de los viñadores.
No se lo pierda
Tras las fotos de rigor por encima y por debajo del puente, no se pierda la oportunidad de visitar el pequeño museo que lo relata con todo detalle, entre historia y leyenda. En cuanto al calendario, está el pintoresco mercado semanal de los sábados: unos cincuenta puestos en plena plaza ribereña. Luego están los grandes acontecimientos: el Carnaval, con la recreación histórica al estilo romano de la fundación del puente; laAntigua y Gran Feria, principal acontecimiento del Valle Inferior, que tiene lugar en mayo; la Feria de San Martín, dedicada a la agricultura, que se celebra en torno al 11 de noviembre.
Un poco de historia
El telón de fondo histórico de la visita es la Strada delle Gallie (Ruta de las Galias), encargada en el siglo I a.C. por el emperador Augusto para conectar el valle del Po con las regiones transalpinas del noroeste. La nueva calzada partía de Mediolanum (Milán), pasaba por Augusta Eporedia (Ivrea) y llegaba a Augusta Praetoria (Aosta), donde se bifurcaba: por un lado ascendía Alpis Graia (Pequeño San Bernardo) hacia Lyon; por el otro cruzaba Alpis Pœnina (Gran San Bernardo) hacia lo que hoy es el Valais suizo. A pocos kilómetros río arriba de Pont-Saint-Martin, en Donnas, se encuentra un tramo corto pero bien conservado de la Ruta de las Galias, que también merece una parada por sus excelentes vinos DOC.
Curiosidad
Desde el puente, o paseando por el arroyo, es fácil observar truchas marrones, características por el vivo punteado de sus flancos, pero también es posible divisar un pequeño pájaro de comportamiento sorprendente: el mirlo acuático (Cinclus cinclus), que en realidad se parece a un mirlo común (Turdus merula), si no fuera por la llamativa papada blanca y la costumbre de zambullirse en las aguas heladas de los arroyos, nadando literalmente a golpe de alas, para alimentarse de pequeños invertebrados. Una vez en la superficie, el mirlo acuático se desplaza con un vuelo directo y rápido: siguiéndolo, se puede descubrir su nido, a menudo oculto tras pequeñas cascadas en las que el ave penetra como si nada.
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