Palacio de San Esteban

Para no perderse

Volviendo a la planta baja, uno se encuentra con el pasaje a un sótano: este espacio relata una intervención llevada a cabo durante los años 1900 y los terribles recuerdos que trae consigo: se trata de un refugio de gas con capacidad para 70 personas, equipado con un ingenioso sistema de electroventilación accionado por pedal. Antes de la pesada puerta, sin embargo, se pasa por una zona de exposición que, gracias a paneles y objetos de recuerdo, relata la época de la que data el búnker. Pero al entrar en los espacios estrechos y poco iluminados, lo que prevalece es la fuerte sugestión y la curiosidad por las instalaciones que aún se conservan allí.

Un poco de historia

En 1800, el edificio albergó un monasterio benedictino femenino hasta 1810, año en que fue clausurado. A lo largo del tiempo, el edificio sufrió diversas modificaciones para adaptarlo a las necesidades de la época, sobre todo a partir de 1866, cuando se crearon las actuales provincias con la unificación administrativa, y la provincia de Padua adquirió todo el complejo para satisfacer la necesidad de más espacio. En 1934 se construyó el refugio antigás, y en 1944 fue el turno del refugio antiaéreo en el patio del palacio. Desde 2019, en algunos espacios del Palazzo Santo Stefano se ha instalado un museo.

Curiosidades

Frente al Palazzo Santo Stefano hay un santuario medieval. Cualquier paduano te dirá con orgullo que se trata de la tumba del mítico fundador de la ciudad: Antenor, que huyó de Troya con Eneas y en lugar de detenerse en el Lacio continuó hasta nuestras latitudes.