SHARRYLAND
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Petroio, una aldea del municipio de Trequanda, alberga un museo que ilustra la historia y la tradición de la fabricación de la terracota. Configurado como un itinerario cronológico que parte de las técnicas artesanales y llega hasta la producción industrial más reciente, permite a todo el mundo una inmersión completa en esta realidad. La experiencia continúa paseando por las sinuosas calles del pueblo, un museo al aire libre sobre los innumerables usos de la terracota a lo largo de las décadas. También hay un taller educativo con un pequeño horno donde los niños e incluso los adultos pueden divertirse, guiados por un experto local, creando su propio objeto de terracota.
Por qué es especial
La conexión entre el pueblo, sus habitantes y la terracota es algo que percibe hasta el viajero más distraído. En la práctica, el museo ilustra la historia del propio pueblo, porque aquí todo el mundo trabajaba antiguamente la terra cota en la trastienda de sus casas y cocía los objetos fabricados en uno de los muchos hornos que hay en el pueblo. A menudo, el museo lo abren voluntarios que, o bien eran artesanos, o bien su padre tenía un torno de alfarero en el sótano, y ellos, de niños, tenían que hacerlo girar a cierta velocidad y ritmo para fabricar jarras, jarrones, canalones, estatuas... lo que se le ocurra.
Para no perderse
Todos los años, entre mayo y junio, se organiza la Mostra Mercato della Terracotta (Mercado de la Terracota ), una oportunidad para degustar platos típicos y asistir a la Procesión Histórica y a la Corrida del Contadino, una competición entre los cuatro barrios de la ciudad: los hombres empujan una carretilla que lleva un cerdo encima (y de hecho, se llama vulgarmente Corrida del Maiale). Por supuesto, se pueden admirar y comprar muchos objetos de terracota, más o menos artísticos, porque este material también se presta a diseños más modernos y contemporáneos.
Un poco de historia
Petroio es el lugar de nacimiento de Bartolomeo Garosi, un nombre desconocido para la mayoría. Era un pobre campesino que se convirtió tras una vida de incrédulo y se convirtió en Profeta de Dios. Le llamaban Brandano. Estamos en la primera mitad del siglo XVI, y viajó por toda la Toscana y el Lacio, llegando hasta Roma para acusar al Papa León X por su conducta disoluta. Las suyas eran verdaderas profecías: las hacía sobre su amada Siena, sobre el Papado, sobre el Saqueo de Roma. Brandano murió en Siena durante el asedio de 1554 en olor de santidad, e incluso ahora se le llama aquí Beato.
Curiosidad
En el sótano del museo hay una fantástica exposición: los pueblos y ciudades más bellos de la zona reproducidos en terracota: Petroio, Castelmuzio, Pienza, Siena, Montepulciano y muchos otros, realizados por Rodolfo Morviducci, conocido como Foffo, uno de los últimos artesanos de la terracota, desgraciadamente fallecido hace unos años. Su recuerdo sigue vivo en todos los habitantes, y muchos de sus objetos decoran también las callejuelas del pueblo; incluso se le puede ver trabajando en fotos y vídeos explicativos dentro del museo. Le gustaba enseñar en el taller, hablar con los más jóvenes y enamorar de Petroio a todos los que le conocían.
El torno
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