SHARRYLAND
A lo largo del Valle de Paper Mill
Un paseo desde el Ponte Vecchio hasta el Museo del Papel, río arriba
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El Toscolano, que recoge las aguas del monte Tombea (1950 m), es uno de los principales afluentes del lago de Garda y antes de ensancharse en un delta es atravesado por un puente de piedra que data de principios del siglo XVI. El tamaño de la estructura, que forma un arco de más de veinte metros de ancho, da una idea de lo mucho que puede hincharse el curso de agua durante las crecidas. Normalmente, sin embargo, el torrente tiene un talante tranquilo y un caudal siempre copioso, lo que en el pasado permitió instalar numerosas ruedas hidráulicas a lo largo de su curso para mover los mecanismos de serrerías y fábricas de papel.
Por qué es especial
Una vez alcanzada la cresta del puente, mirando río arriba, se tiene una primera visión delvalle impermeable conocido como el "valle de las papeleras " por las numerosas fábricas de este tipo, hoy en desuso porque la producción de papel sigue procesos diferentes y se realiza en otros lugares. Las ruinas pueden verse, junto a las obras hidráulicas que las alimentaban, a lo largo de la carretera que remonta el curso de agua: un hermoso recorrido, jalonado por varios túneles, que en un punto llega a un complejo dominado por una chimenea de más de 30 metros de altura: el Museo del Papel, que sin duda merece una parada.
No se lo pierda
La visita al Museo del Papel tiene su momento más interesante en la demostración del ciclo del papel, tal y como se realizaba en tiempos de Dante Alighieri. Hoy en día, cuando se aborda el tema, se piensa sobre todo en la pasta de papel fabricada a partir del álamo. En aquella época, por el contrario, la principal materia prima eran las fibras textiles, en forma de trapos, primero trituradas y maceradas con agua y cal viva. La pasta resultante se estiraba en forma de hojas, se prensaba, se secaba y, por último, se le daba el acabado necesario para escribir sobre su superficie.
Un poco de historia
La industria papelera se introdujo en Toscolano en el siglo XIV y alcanzó su apogeo en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se abrió la carretera que remonta el arroyo para que las fábricas, alineadas a lo largo de la orilla, pudieran aprovechar la energía hidráulica y extraer el agua necesaria para la producción. Toscolano se mantuvo en la cima continental de la industria durante siglos, pero poco a poco tuvo que rendirse a los nuevos tiempos. La última fábrica que cesó su actividad, en 1962, se transformó en el Museo del Papel.
Curiosidad
El paseo desde el Ponte Vecchio hasta el Museo del Papel atraviesa un entorno fluvial donde el agua no sólo murmura en el arroyo del fondo del valle, sino que cae desde lo alto con un goteo que hace prosperar plantas amantes de la humedad extrema. Por ejemplo, el culantrillo (Adiantum capillus-veneris), un delicado helecho de hojas con flecos que cubre paredes rocosas enteras. Pero la verdadera curiosidad de este entorno es la Pinguicola alpina, una diminuta planta carnívora cuyas hojas segregan una sustancia viscosa mortal para los insectos atraídos por sus flores violetas.
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