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El río Stilaro
De torrente tumultuoso a torrente ancho, ésta es la evolución de uno de los cursos de agua con más riqueza histórica del Serre
¿Dónde está?

Uno de los valles más pintorescos del Serre
El Stilaro, uno de los cursos de agua más importantes de la Calabria jónica, inicia su descenso en presencia del monte Pecoraro (m 1423), cumbre del Serre, y lo prosigue de forma tortuosa sorteando el monte Mammicomito (m 1047), el monte Stella (m 832) y el monte Consolino (m 701) a través de los territorios de Stilo, del que toma su nombre, Bivongi y Pazzano. En la parte alta discurre entre robledales y castañares, recogiendo las aguas de numerosos afluentes que descienden en valles jalonados por pintorescas cascadas. Acercándose al mar, el Stilaro adquiere la anchura típica de los ríos, desembocando en el mar Jónico en la contrada Caldarella acompañado de matorrales mediterráneos entre dos alas de adelfas silvestres.
Un extenso patrimonio de arqueología industrial
A lo largo de los siglos, el Stilaro ha desempeñado un papel importante en la economía local, con especial referencia a las actividades mineras y siderúrgicas que han afectado durante mucho tiempo a su cuenca. Prueba de ello son los restos de los numerosos molinos, utilizados aquí para moler el mineral de hierro antes de enviarlo a las fundiciones cercanas. Así como lo que queda de la explotación hidroeléctrica más reciente: presas, embalses y centrales eléctricas. E incluso un balneario termal, el antiguo Bagni di Guida, que tuvo su apogeo entre 1850 y 1950. Toda una serie de importantes yacimientos de arqueología industrial, patrimonio delEcomuseo de las ferrerías y fundiciones de Calabria, con sede en Bivongi.
Uno de los últimos reductos de la trucha mediterránea
El Stilaro es uno de los últimos cursos de agua que pueden presumir de la presencia de la llamada trucha mediterránea (Salmo ghigii), el pez salmónido originario de la Italia peninsular, antaño presente en los arroyos de toda la cadena de los Apeninos, pero suplantado en casi todas partes por truchas extranjeras introducidas con fines de pesca deportiva. Pez de tamaño medio, que rara vez supera los 45-50 centímetros, con su característica librea moteada, la trucha mediterránea se asienta a menudo en los remansos al pie de las cascadas y es desde sus orillas desde donde puede observarse con un poco de cuidado.
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