SHARRYLAND
La isla de Virginia: una historia milenaria
Un paseo por la historia, del Neolítico al siglo XIX
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en junio de 2011 y catalogado entre los yacimientos de pilotes prehistóricos del Arco Alpino, llegar hasta allí invita a un viaje en el tiempo: lento, tranquilo y alejado del tráfico urbano. Desembarcar en esta pequeña isla de tanto renombre, a pocos metros de la orilla occidental del lago, frente a Biandronno, permite al visitante comprender, a través del relato de su historia, cómo fue intensamente poblada y habitada durante milenios por pueblos que encontraron aquí el refugio adecuado para crear primitivas comunidades de pilotes.
Por qué es especial
Los testimonios históricos demuestran que el descenso de las aguas del lago permitió que la isla estuviera habitada incluso en lo que hoy es territorio sumergido. Se construyó siguiendo una estratigrafía vertical, es decir, cada pueblo edificó sobre los restos del anterior, lo que ha permitido numerosos hallazgos y la conservación de pruebas a lo largo de los milenios, que han llegado hasta nosotros, que aún podemos admirarla en su belleza caleidoscópica. Su particularidad radica en que es el yacimiento de pilotes más antiguo del Arco Alpino y se encuentra entre los yacimientos neolíticos más importantes y ricos de Europa.
Para no perderse
La rica vegetación de la que goza este pequeño triángulo de tierra es fruto de la moda del siglo XIX iniciada por el duque Litta: sauces, robles, alisos negros, nenúfares, rusco y algunos ejemplares raros como el ciprés calvo de las marismas. El Museo Cívico Ponti, donado por los herederos Ponti al Ayuntamiento de Varese junto con todo el Isolino en 1962, alberga todavía parte de los importantes hallazgos descubiertos en las numerosas y todavía activas campañas de excavación, junto con la reconstrucción de una antigua pila-vivienda y películas raras e interesantes para cada visitante.
Un poco de historia
Habitada desde principios del Neolítico, en ella vivieron diversos pueblos que dejaron importantes huellas de su paso. La isla estuvo habitada en diversas épocas con grupos de viviendas construidas en tierra y, en la orilla del lago, sobre pilotes. Diversas obras de recuperación llevadas a cabo desde la antigüedad la poblaron cada vez más y, aún hoy, quedan los restos de una pequeña iglesia dedicada a San Biagio. Tuvo varios propietarios: en 1822 pertenecía al duque Pompeo Litta, que la llamó Camilla en homenaje a su esposa. Los últimos propietarios fueron los herederos Ponti, que la donaron al Ayuntamiento de Varese en 1962.
Curiosidades
La barca, el nifee que crece exuberante en las orillas y las puestas de sol de colores intensos son el colofón de un día de viaje único y de una experiencia rara e intensa. Para llegar al Isolino hay que olvidarse del ajetreo y dejarse arrullar por las aguas mansas y tranquilas del lago. Una placa en la pared del actual museo, frente al antiguo embarcadero, recuerda que el Isolino debe su nombre a la "Conferencia Italiana de Ciencias Naturales " celebrada en 1878 y no a Ponti en honor a su esposa, como suele leerse.
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