La ruta de los 5 cuentos por las calles de Rapone

Rapone entre leyenda y folclore

Las historias contadas por los abuelos del pueblo, transmitidas oralmente de generación en generación, son la mayor riqueza de Rapone, un pequeño pueblo que ha asumido una gran tarea: la de recopilarlas, conservarlas y mantenerlas vivas, para que no caigan en el olvido.

Los cinco personajes de la tradición oral de Rapone

Cinco figuras del imaginario colectivo siguen conformando los miedos de los niños y son evocadas repetidamente por los abuelos para alejarlos del peligro: a Mana Longh, u Scorciaman, u Scazzamauriedd, a Masciar, u Lup Cumunal. Están tan cerca de nuestra vida cotidiana que en Rapone ¡hasta nos los podemos encontrar por la calle! ¡Síganos! Te decimos dónde.

U Lup Cumunal

Un ser monstruoso, mitad hombre y mitad lobo, merodea las noches de luna llena en el Calvario, el cruce de caminos a la entrada del pueblo. Es un hombre lobo, afectado por una terrible maldición.

U Scazzamauriedd

Lo encontrarás en la Villa Comunale, en el patio de recreo entre los niños. Es un duende travieso con un sombrero rojo que nunca suelta. Parece simpático, pero es peligroso. ¡Ten cuidado!

A Mana Longh y u Scorciaman

Dos monstruosas serpientes acechanen la vieja fuente. Ten cuidado con sus emboscadas. Un Mana Long h vive en el fondo del pozo, y ay de él si se asoma: te tirará hacia abajo con su larga "mano" llena de garras. U Scorciaman, por su parte, se esconde en ruinas abandonadas. Tiene muchos dientes afilados y, si te pilla, se comerá la piel de tus manos, ¡que le parece deliciosa!

En Masciar

Por último, a las afueras del pueblo, donde se encuentra la antigua neviera, vive A Masciara, una bruja o curandera, experta en hierbas y pociones mágicas. Aquí, sin embargo, los testimonios de los ancianos se vuelven muy circunstanciales: ¡muchos dicen haberla conocido de verdad!

Un viaje sensorial

Para completar la magia, la tecnología viene en nuestra ayuda. Cuando nos acercamos a los lugares de instalación, vemos a los personajes en su hábitat ideal y leemos en un panel todo lo que hay que saber sobre ellos. Pero hay un sensor, vigilante y discreto: cuando el sensor percibe nuestra presencia, como por arte de magia surge una voz que nos cuenta su historia. Y en ese momento será aún más fácil vislumbrar, detrás de un árbol o un arbusto, una mirada voraz, una garra desenvainada, dos ojillos astutos, una pincelada de rojo...