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Iglesia de San Eusebio y San Antonio en Azzio
Una piedra frente al altar oculta una cripta con 12 nichos...
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Estamos en Azzio, una pequeña localidad situada en la ladera norte del Campo dei Fiori. Su calle principal, que conduce a Gemonio, nos lleva a la pequeña plaza frente a la iglesia del convento franciscano de Azzio. No se deje engañar por su tamaño, ha llegado ante una perla poco conocida de la Valcuvia. La iglesia es sencilla, una fachada de doble vertiente desde la que un prócer avanza para darnos la bienvenida y acompañarnos al interior del edificio.
Por qué es especial
Lo primero que nos llama la atención al entrar es una sensación, algo que no vemos pero percibimos. Hay una atmósfera aquí dentro, tranquila y serena, como si se tendiera suavemente sobre el suelo y ocupara todo el espacio disponible. Este extraño efecto es el peso de una historia oculta durante años, que ahora desentierran las pacientes manos de los arqueólogos. Una historia antigua y rara, tanto que hay muy pocos lugares en el norte de Italia que puedan presumir de compartirla con Sant'Eusebio.
Para no perderse
Nos sacudimos por un momento esta sensación y miramos a nuestro alrededor. Nos recibe una iglesia con una amplia nave única, coronada por un tejado de vigas de madera. Los laterales de la nave albergan cuatro capillas dedicadas a San Francisco, la Virgen y San José, los santos de la Orden Franciscana y San Antonio. En el presbiterio, el imponente altar de nogal atribuido a maestros del valle de Intelvi contiene una estatua de la Virgen que data probablemente de 1600. Delante del altar, una piedra oculta y al mismo tiempo revela el lugar donde se guardan los secretos más antiguos de la pequeña iglesia.
Un poco de historia
Antes de entrar, observamos la placa de piedra colocada a la izquierda del pórtico: la historia de esta iglesia comienza aquí. Según podemos leer, comienza el 18 de noviembre de 1608, cuando el obispo de Como inauguró con la colocación de la primera piedra las obras de ampliación de una antigua iglesia dedicada a San Eusebio. La obra daría paso a la construcción de la nueva iglesia dedicada a San Antonio de Padua y al cercano convento franciscano de Santa Maria delle Grazie. La iglesia que vemos hoy, dedicada a San Eusebio y San Antonio, es muy similar al aspecto que debió de tener a principios del siglo XVII.
Curiosidad
La piedra situada delante del altar oculta a la vista una cripta de forma ovalada con dieciséis nichos y otro pequeño altar. Servían para un ritual utilizado desde el siglo XVIII hasta principios del XIX: el doble enterramiento. Cuando moría un monje, se celebraba una primera ceremonia de enterramiento y se le colocaba sobre tablones de madera en uno de los nichos, donde permanecía hasta su esqueletización. A continuación, se celebraba una segunda ceremonia y los huesos se depositaban en el osario común situado debajo. A veces, sin embargo, los cuerpos sufrían una momificación natural. Así se encontraron algunos monjes, todavía sentados en sus nichos.
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