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¿Dónde está?
Qué es y dónde está
En un valle pequeño, tranquilo y aislado, se alza la abadía de Santa Maria di Vezzolano, considerada el máximo exponente del arte románico en Piamonte por la riqueza y el refinamiento de sus decoraciones. La fachada es saliente, con sus alas exteriores, correspondientes a las dos naves laterales, más bajas que la central. La parte inferior de la fachada es de ladrillo, mientras que de la mitad hacia arriba se alternan con bandas de arenisca. La decoración de bandas horizontales está ocupada por la serie de tres órdenes de columnas ciegas enriquecidas por la ventana ajimezada y las estatuas. En el vértice se encuentra la estatua de Dios Padre Bendiciente.
Por qué es especial
Al atravesar la puerta, encontramos la verdadera peculiaridad de la Abadía: la nave está dividida en dos partes por un muelle: el jubé. Se trata de una herencia de la arquitectura sacra anterior al Concilio de Trento, cuando el clero y los fieles se situaban en dos zonas diferentes de la iglesia. Este tabique está extraordinariamente decorado con dos bandas de bajorrelieves policromados superpuestos, que representan a los Patriarcas y las Historias de la vida de la Virgen María. Se trata de una obra muy rica para la época, como confirma el uso de lapislázuli utilizado para decorar las figuras de María y Cristo.
Visita obligada
No se puede visitar la iglesia sin entrar en las dependencias de la abadía. La sala capitular y el claustro, con sus frescos medievales, el jardín y la variedad de capiteles que adornan sus columnas. Ahora que hemos llegado hasta aquí, me permito hacerle una pregunta: ¿ha notado algo extraño en la iglesia? ¿Algo que no sea exactamente como lo he descrito? Hablando de la fachada, conté tres naves cuando en realidad, una vez dentro, sólo hay dos. La tercera nave se sacrificó para construir otros espacios, uno de los cuales era la sala del consejo. Por suerte, la fachada se conservó intacta.
Un poco de historia
Existen varias leyendas sobre la fundación de la abadía, y una inscripción en el muelle interior atribuye su paternidad a Federico Barbarroja. En realidad, existe un documento de 1095 que ya la registra como parte de un importante complejo monástico posteriormente destruido. Tras un largo periodo de esplendor entre los siglos XII y XIII, comenzó un lento declive que se hizo imparable a partir de 1405. También consta la fecha de 1800, cuando la administración napoleónica convirtió la abadía en una iglesia rural y el claustro en un granero.
Curiosidades
Una de las leyendas sobre el origen de la Abadía de Vezzolano tiene como protagonista a Carlomagno: en el año 774 el rey, de regreso de su victoria sobre los lombardos, se encontraba cazando en estos bosques acompañado de otros dos caballeros, cuando de repente tres esqueletos salieron de una tumba. El susto fue tal que provocó al rey un ataque de epilepsia que sólo pudo curarse, según un ermitaño, construyendo una iglesia en honor de la Virgen María. El fresco más famoso del claustro, que representa el Contrasto tra i tre vivi e i tre morti (Contraste entre los tres vivos y los tres muertos), haría referencia precisamente a esta leyenda.
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