SHARRYLAND
Abadía de Novacella/Neustift
Espiritualidad, arte, cultura y buen vino. Una perla del Tirol
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Paseando por el carril bici que bordea el río Isarco, desde Bressanone se atraviesan florecientes huertos de manzanos y viñedos que, como una verde corona, rodean la Abadía de Novacella, joya del Valle del Isarco y una de las principales instituciones religiosas históricas del Tirol. Consta de varios edificios construidos en distintas épocas y con diferentes funciones, pero todos ellos espléndidos ejemplos de la corriente artística de la que surgieron.
Por qué es especial
Todos estos edificios forman parte de un mismo complejo, compartiendo su vocación y su historia. Así es como los estilos se entremezclan, dando lugar al antiguo hospicio, el "Michaelsburg", los claustros barroco y gótico, y las tres iglesias, incluida la iglesia abacial románico-gótico-barroca. En el interior, el museo alberga la pinacoteca, las colecciones de naturaleza y músico-históricas de la antigua escuela abacial. Como buena abadía, Novacella también cuenta con su biblioteca, una bella estructura del siglo XVIII repleta de manuscritos que se remontan a la Edad Media.
Para no perderse
Los agustinos, que custodian la abadía desde hace unos 1.000 años, han hecho de ella una joya del arte y la espiritualidad, un centro cultural y musical de primer orden, y también una finca vinícola de rango y antigua tradición (al fin y al cabo, es la más septentrional de Italia). Para los amantes del buen vino, es obligada una visita a la histórica bodega de la abadía, donde, desde 1142, se producen los frescos blancos locales como Kerner y Sylvaner, así como los más conocidos Pinot, Mueller Thurgau y el aromático Traminer.
Un poco de historia
La abadía fue construida en 1142 por el príncipe-obispo de Brixen, el beato Artmann. Fue él quien la confió a los canónigos regulares agustinos. A finales del siglo XII, el prior Konrad von Rodank hizo reconstruir el monasterio tras un terrible incendio y construyó el actual "Castel S. Angelo", el "Michaelsburg", un hospicio para pobres y peregrinos. El momento más dramático para la abadía fue 1525, cuando campesinos y plebeyos, siguiendo los impulsos de la Reforma luterana, la saquearon. Tras un periodo de decadencia, llegó una nueva primavera en el siglo XVIII, cuando diversas intervenciones nos dieron la biblioteca y la iglesia abacial tal y como las conocemos hoy.
Curiosidades
En el centro del patio exterior se puede admirar el "Pozo de las Maravillas". Como su nombre indica, evoca atmósferas definitivamente sacadas de Las mil y una noches. Su estructura recuerda más a un refugio para damas y caballeros que a un pozo. En realidad, el pozo no era un lugar de encuentros secretos, ni de prodigios increíbles. Debe su nombre al pintor Nikolaus Schiel, que en 1669 pintó las siete maravillas del mundo antiguo en los nichos de la marquesina octogonal, añadiendo una octava, la Abadía de Novacella.
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