La falla de Oratino

Cada año, en Nochebuena, se enciende en Oratino (uno de los pueblos más bellos de Italia) la Faglia, una antorcha de unos 12 metros de largo, con un diámetro de más de un metro y un peso de 25-30 quintales. Se trata de una antigua tradición rica en simbolismo, vinculada a diversos cultos ancestrales, como el del fuego, elemento purificador de las almas humanas de los pecados cometidos, pero también al culto solar de origen celta, vinculado al solsticio de invierno y al rito propiciatorio de la abundancia de la cosecha del año que está a punto de comenzar. Además, la falla alude a una herramienta importante para el pastor y el agricultor molise, la antorcha que les guiaba por la noche, iluminando su camino a casa o encontrando refugio en las duras temperaturas de los meses invernales. La Falla de Oratino conlleva una larga preparación en la que participa toda la comunidad. Se levanta junto a la iglesia de Santa Maria Assunta y se deja arder durante toda la noche de Vigilia. A la mañana siguiente, se recoge lo que queda y se guarda con fines propiciatorios.